"No hay relaciones perfectas, hay parejas que nunca se rinden"
El enamoramiento es la aceptación total de la pareja, tanto desde el punto de vista social como desde el punto de vista sexual, deseando que ese sentimiento dure para siempre. Pero eso no es amor.
El enamoramiento empieza a desvanecerse a medida que los miembros de la pareja se conocen mejor. Es en ese momento cuando la mayoría de las parejas creen que han dejado de quererse y es en este momento cuando deben luchar por pasar del enamoramiento al amor duradero.
Vamos a hablar de algunas estrategias para controlar todo aquello que perjudica las relaciones y que si se pone en práctica puede salvarlas.
EL CONTROL EXTERNO
Los miembros de la pareja suelen utilizar el control externo y esto les provoca infelicidad. El control externo es destructivo porque, al utilizarlo, el marido (que es externo a su esposa) intentará controlar a la esposa (que es externa al marido) y la esposa intentará controlarlo a él. Los síntomas que uno o ambos padecen vienen provocados por intentos infructuosos de controlar al otro. Desde este punto de vista, cada miembro de la pareja se siente obligado a presionar al otro para que se comporte como a él/ella le gustaría. Es entonces cuando empiezan a intentar controlar al otro o escapar de su control. Cuanto peores son los resultados, más difícil se pone el matrimonio y más se insiste con esta psicología. El control externo puede pasar a convertirse en violencia física o emocional.
¿Qué hacer si tu pareja intenta controlarte? Es necesario hablar con honestidad cada uno desde su posición y llegar a un acuerdo de convivencia donde estén incluidos los puntos de vista de ambas partes.
LA TEORÍA DE LA ELECCIÓN
Todos elegimos lo que hacemos, así que sustituyamos el control externo por la teoría de la elección para seleccionar cuál es la mejor manera de actuar. Desde que nacemos hasta que morimos nos comportamos de una determinada manera y elegimos nuestros comportamientos.
Existen cinco necesidades básicas: supervivencia, amor y sentimiento de pertenencia, libertad, diversión y poder. Las relaciones se crean por la necesidad de amor y pertenencia y nos llevan a garantizar la supervivencia de la especie mediante la reproducción. Los problemas surgen cuando aparecen las necesidades de libertad, diversión y poder que provocan fricciones en la pareja, aunque si se manejan bien no causan conflictos. Cada uno necesita su tiempo de ocio y libertad sin el otro miembro de la pareja. La diversión puede ser con la pareja o con otras personas o familiares. La necesidad más complicada es la de poder. En este caso se trata de una necesidad aprendida.
Para que una pareja funcione mejor y sea más feliz debe haber una gran necesidad de amor y muy poca necesidad de poder. Si sucede lo contrario, pasarán gran parte del tiempo discutiendo sobre quién tiene razón o quién manda. ¿Crees que es compatible satisfacer tus necesidades y las de tu pareja?
SIETE HÁBITOS LETALES
En una discusión pueden aparecer los 7 hábitos letales: crítica, culpa, queja, reproches, amenazas, castigo, soborno. Si los eliminamos, la relación mejorará considerablemente. Los podemos sustituir por los siete hábitos afectuosos de la teoría de la elección:
- Apoyo. Ayuda a construir una relación que puede durar toda la vida porque recuerdan siempre que se tienen uno al otro.
- Ánimo. Las parejas que se dan ánimos gozan de confianza mutua. El elogio es muy importante.
- Escuchar. Escucharse mutuamente sin juzgar, intentando entender al otro. Es posible que no siempre estén de acuerdo con lo que dicen, pero si ambos se sienten escuchados se sentirán más cerca el uno del otro.
- Aceptación. Reconocer que nadie es perfecto, que hay imperfecciones, ayuda a consolidar las relaciones.
- Confianza. La confianza une a la pareja y es importante decirlo para ser conscientes de ello.
- Respeto. Si se pierde el respeto se pierde todo.
- Negociar las diferencias. Consiste en renunciar a algo para conseguir otra cosa, dar y recibir. La inflexibilidad a la hora de negociar es un hábito letal que ocasiona problemas. Hay que tener cuidado para no introducir el control externo en la negociación.
EL MUNDO DE CALIDAD
En nuestro cerebro creamos una simulación del mundo en el que nos gustaría vivir. Ese es el mundo de calidad. Empezamos a crearlo poco después de nacer y continuamos haciéndolo el resto de nuestra vida. Se compone de las experiencias más placenteras, de imágenes de las personas con las que más disfrutamos, de nuestras creencias... Es un mundo agradable que puede resultar letal para el matrimonio. El único modo de cambiar una imagen del mundo de calidad consiste en sustituirla por otra que satisfaga más una necesidad.
Las personas que incluimos en nuestro mundo de calidad piensan y actúan de maneras muy similares a nosotros. Pero existe una trampa sexual de la que no somos conscientes, los polos opuestos se atraen, pero esa atracción se basa en el control externo: con mi amor, él o ella cambiará y se convertirá en la persona que quiero tener en mi mundo de calidad. Esto rara vez conduce a la felicidad de la pareja.
La compatibilidad depende de que las parejas compartan grandes parcelas en sus mundos de calidad, por lo que será conveniente hablar de incompatibilidades para ajustarlas y decidir si merece la pena intentarlo. ¿Qué tenemos que negociar para lograr que los mundos de calidad sean compatibles?
LA CONDUCTA TOTAL
Toda conducta es una conducta total con cuatro componentes: pensamiento, actuación, sentimiento y fisiología. Para sentirse mejor deberán dirigir el pensamiento y la acción hacia un matrimonio basado en la teoría de la elección y esto provocará que se sientan mejor y que la fisiología gane en salud. Es importante dejar de pensar en lo mal que se sienten ambos y cambiar la forma de pensar y actuar.
CREATIVIDAD
El aburrimiento entorpece las relaciones, así que hay que buscar ideas nuevas, alentadoras y creativas. Hay que hacer cosas imprevisibles, mantener viva la risa. Cualquier idea puede ser buena, lo importante es intentar romper la monotonía.
LOS HIJOS
Los hijos deben ser conscientes de la tensión creada y las dificultades y solamente serán más felices si sus padres aprenden a llevarse bien. Incluso ellos pueden participar en el punto anterior buscando tareas creativas.
MEJORAR LA VIDA SEXUAL
El sexo satisfactorio es un ingrediente fundamental para lograr una relación longeva y feliz. No se trata de frecuencia, sino de que resulte una experiencia satisfactoria para ambos. Las relaciones son privadas y todo vale siempre y cuando los dos estén de acuerdo. Si al principio no es así, hay que tener paciencia, abrir la mente y negociar una solución. En ningún caso se debe utilizar el control externo.
Una pareja feliz lo comparte todo, hay confianza, nunca están solos, se protegen, se implican, hacen que su relación sea sólida. Estos son solamente consejos para conseguirlo. Aplícalos y verás los resultados.
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