CAMBIOS DE HUMOR

"Los sentimientos, en ocasiones, son como una montaña rusa y nos provocan cambios de humor"

¿Por qué en un día normal en el que nos sentimos bien y todo parece transcurrir con tranquilidad aparece algún pensamiento o circunstancia que, de repente, hace que nuestro humor cambie y comencemos a sentirnos mal: tristes, angustiados, estresados, pensativos...? Cuando estos cambios son frecuentes pueden llegar a condicionar nuestras relaciones y nuestro día a día.

Las alteraciones en el estado de ánimo o cambios de humor repentinos consisten en una serie de vaivenes emocionales que aparecen de forma súbita y en la que se experimentan emociones diversas en un corto espacio de tiempo. En este momento, una persona puede pasar de un estado de ánimo jovial a una angustia profunda o a un nerviosismo intenso sin que ocurra nada que lo provoque de manera consciente.

La inestabilidad emocional puede interferir en el ritmo de vida diario y a todos los niveles: personal, laboral y social.

Se pueden dar en cualquier sexo y edad, aunque habitualmente son adjudicados a las mujeres a causa de cambios hormonales como la menstruación y la menopausia.

CAUSAS

Las causas son múltiples. Pueden deberse a factores o sucesos externos, cambios hormonales o ciertas afecciones o trastornos mentales de fondo:

• Adolescencia
• Neurotransmisores (falta de serotonina o noradrenalina)
• Síndrome premenstrual (SPM)
• Embarazo
• Menopausia
• Trastornos de la conducta alimentaria
• Trastorno bipolar
• Trastornos de la personalidad como por ejemplo el trastorno de personalidad límite o histriónico.
• Consumo de drogas

En muchos casos o momentos no es fácil determinar la causa del cambio de humor repentino. La aparición y manejo de las emociones es un hecho tan variable y se ve afectado por tantos factores que en muchas ocasiones es muy complicado saber qué nos está afectando.

CÓMO GESTIONAR LOS CAMBIOS DE HUMOR

Es habitual experimentar vaivenes emocionales, pero si no sabemos gestionarlos o manejarlos adecuadamente acabarán interfiriendo en nuestras relaciones sociales. Pueden afectar también al ámbito laboral, ya que  los cambios emocionales y el estado de ánimo bajo nos llevan a desmotivación, apatía y falta de productividad.

Podemos seguir una serie de claves tanto para controlar estos cambios de humor una vez que han aparecido como para evitarlos.

• Establece una serie de rutinas calmantes. Encuentra rutinas o lugares donde estabilizar tus emociones. Estas rutinas pueden ser escuchar algo de música, salir a pasear o tomar una bebida caliente. Una vez identificada tu rutina, complétala hasta que cambie tu humor. Poco a poco se convertirá en una especie de ritual para recuperar tu estado de ánimo positivo.

• Aprende cuándo debes alejarte. Es importante ser consciente de cuándo tu estado de ánimo interfiere con los demás. Es vital saber cuándo las emociones nos están controlando para, por ejemplo, interrumpir una discusión que sabemos de antemano que no podremos afrontar. Los cambios de humor repentino suelen acusarse más con las discusiones, por lo que es recomendable apartarse por unos momentos y volver cuando nuestra mente esté más despejada y  nuestro estado de ánimo haya vuelto a la normalidad.

• Piensa antes de hablar. Párate a pensar antes de contestar a la otra persona movido por tus emociones.

• Descansa de vez en cuando. El descanso calma la inestabilidad emocional. Un cambio de contexto o de lugar es útil para despejar nuestras ideas. En caso de que las emociones nos invadan es muy recomendable parar un momento, contar hasta diez y distraernos con cualquier cosa que nos ayude a relajarnos.

• Hacer ejercicio. Realizar ejercicio incrementa los niveles de dopamina en sangre, un neurotransmisor que ejerce un papel esencial a la hora de regular nuestro estado de ánimo y hacernos sentir mejor.  No es necesario realizar una gran cantidad de ejercicio al día. Pequeños paseos de unos 30 minutos aproximadamente nos pueden ayudar a manejar y contener las emociones negativas que aparecen durante los episodios de cambios de humor.

• Hablar con alguien de confianza. Manifestar nuestras preocupaciones y expresar nuestros sentimientos a alguien de confianza nos hará sentir mejor, calmará nuestro ánimo y hará que no nos sintamos solos ante esas situaciones. No obstante, si estos cambios aparecen de manera recurrente, se recomienda acudir a un psicólogo o especialista en salud mental que nos pueda ayudar.

• Escribir acerca de nuestros sentimientos. Nos ayudará a conocernos a nosotros mismos, a desahogarnos, a poner en orden las ideas y a ser conscientes de qué circunstancias desencadenan o facilitan estos cambios. Si además registramos por escrito estos cambios diariamente podemos ser más conscientes de nuestras fluctuaciones, saber qué las provoca o si existe un determinado patrón de comportamiento. De esta manera será más fácil preverlas y, en algunos casos, evitarlas.

• Conocer los motivos de nuestros cambios de humor. En muchas ocasiones no somos conscientes de los estímulos o hechos que alteran nuestro estado de ánimo. Es aconsejable conocer qué situaciones, temporadas o estímulos pueden ejercer un efecto sobre nuestro humor. Por ejemplo, si sabemos que durante el síndrome premenstrual pueden aparecer cambios bruscos de humor, será más fácil manejarlos.

• Busca ayuda profesional. A pesar de que los cambios de humor son algo normal y pueden aparecer sin estar asociados a ningún tipo de afección mental o emocional, si se dan de manera recurrente pueden interferir seriamente en nuestro día a día. Además, los sentimientos de angustia pueden intensificarse y, en caso de que no aprendamos a manejarlos, aparecerán cada vez más a menudo. Es importante buscar ayuda profesional para que un especialista nos guíe y nos ayude a gestionar los altibajos. Aprenderás estrategias útiles de afrontamiento, asertividad, solución de problemas, consecución de rutinas... para lidiar con los cambios de humor y sus consecuencias en tu vida.

• Hábitos de sueño saludables. Cuando dormimos poco puede cambiar nuestro humor. Debemos dormir al menos 7 horas al día.

• Evita el consumo de alcohol y drogas. Es común y muy peligros recurrir al alcohol y las drogas cuando estamos tristes, pero lejos de ayudarnos, favorecen la aparición de desórdenes del estado de ánimo y pueden afectar también a la calidad del sueño. 

• Trabaja la inteligencia emocional. Además de servirte en otras circunstancias de tu vida, aprenderás a gestionar los problemas de esta manera identificando correctamente tus sentimientos, ya que serás capaz de transmitirlos a los demás de manera asertiva y sin hacer daño.

ACTITUD POSITIVA PARA SER FELIZ

"Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras esperan la gran felicidad" P. S. Buck

Ser feliz parece una tarea muy complicada. En ocasiones nos preguntamos si habrá una manera en la vida nos siente mejor y se viva mejor. Cuando nos hacemos estas preguntas es porque, en realidad, queremos ser felices o al menos intentarlo.

Lo primero es salir de la zona de confort y dejar atrás viejas costumbres y pensamientos. Puedes empezar haciendo pequeñas modificaciones que te irán aportando esas primeras sensaciones de bienestar que te llevarán a tu objetivo: LA FELICIDAD

PRACTICA LA CALMA Y LA CONFIANZA

Cambia tu forma de afrontar la vida. Aprende a mantener una actitud de calma y serenidad en cualquier situación, por muy difícil que se plantee la realidad ante nosotros. Confía en que los conflictos que puedan surgir tarde o temprano tendrán solución. En lugar de dejarte arrastrar por las preocupaciones, las prisas y las angustias, debes estar dispuesto a cambiar tu energía. Dos estrategias son:

• Deja de preocuparte. Observa las situaciones con cierta perspectiva, para ver posibles estrategias eficaces para superarlas. 
• Aprende a confiar. Todo se puede solucionar. Así mantendrás tu mente despejada y permanecerás atento a las oportunidades que vayan surgiendo.

ENTRENA SU CONCENTRACIÓN

Las actividades que no son  agradables o placenteras precisan un enfoque de atención que no deja espacio para información no relevante. Requieren un gran esfuerzo físico y mental.  La concentración en la tarea mejora tu calidad de vida haciendo que incluso las rutinas de trabajo lleguen a ser agradables. Esto añadirá orden a tu vida.

SE CENTRA EN SU VIDA INTERIOR

Las personas que saben gestionar sus emociones y su vida interior son capaces de establecer la calidad de sus vidas, que es la experiencia más cercana a la felicidad. Lo que realmente satisface al ser humano depende directamente de si se siente bien o no con su vida. 

La razón por la que es tan difícil alcanzar la felicidad, es porque el universo no fue creado pensando en la comodidad del ser humano. No tiene en cuenta nuestros deseos ni nuestras necesidades. Son como el azar. Por este motivo, debemos ser conscientes de que nuestra felicidad depende más de nuestra armonía interna que del control que seamos capaces de ejercer sobre el universo.

NO SE ESFUERZA TANTO

Estamos educados en la cultura del esfuerzo. La necesidad de ganar dinero para sobrevivir y el esfuerzo que supone conseguirlo es uno de los principales motivos de descontento social. Es posible alcanzar un estado mental que permita discernir entre aquello que realmente requiere un esfuerzo y situaciones en las que dicho empeño solo supondría una pérdida de tiempo y energía. 

Conoce tu entorno y tus capacidades para poder reconocer las oportunidades y aprovecharlas para conseguir tus fines con el menor esfuerzo y desgaste posible. Te sentirías más a gusto con lo que haces y estarías más cerca de alcanzar la felicidad.

DISFRUTA EL MOMENTO

Cuando conseguimos algo después de realizar un esfuerzo (físico o mental), se generan momentos que se aproximan a la definición de felicidad. En esos espacios de tiempo, la mente está concentrada, callada, solo existe el presente, nada nos preocupa, nada nos distrae, los pensamientos brotan libremente. La concepción del tiempo parece transformarse, las horas pasan volando, somos conscientes de nuestra tarea y sabemos qué hacer en cada momento. Experimentamos una sensación de placer, de autenticidad, de estar con nosotros mismos. Los elementos que nos llevan al disfrute son:

• Encontrar una actividad desafiante que requiera habilidades.
• Saber cómo hacerla.
• Combinar acción y conciencia.
• Tener claras las metas y retroalimentarnos para saber si lo estamos haciendo bien.
• Utilizar nuestros mejores recursos personales.
• Máxima concentración sobre la tarea, sin distracciones.

SE CENTRA EN LO QUE PUEDE CONTROLAR

Es imposible tenerlo todo bajo control y muchas veces es imposible tratar de cambiar aquello sobre lo que no controlamos. Debemos centrarnos en aquello que sí podemos controlar.

LECCIONES DE VIDA

Todas las situaciones que vivimos nos enseñan algo, sobre todo las negativas. Aprenderás a ser más fuerte, ganarás experiencia y sabrás qué camino tomar.

PIDE AYUDA

A la hora de afrontar situaciones negativas o problemas, buscaremos el apoyo de la familia, amigos... que nos ayudarán a enfrentarnos mejor a esas situaciones a la vez que fortalecemos las relaciones con ellos.

TODO PASA

Aunque estés inmerso en una situación complicada, todo pasará tarde o temprano, así que lo mejor es afrontarlo con una actitud positiva. Quédate con lo que te interese y con tu manera de afrontarlo y piensa que siempre podrás superar los obstáculos y retos que se presenten en tu vida.

AUMENTA TU AMOR PROPIO

Todos nos hemos equivocado alguna vez pero no por ello debemos juzgarnos negativamente. Debemos preguntarnos qué y cómo podemos hacer para mejorar y ponernos a ello para tener una actitud mental positiva. Lo más importante es confiar en nosotros mismos.

EXPRESA GRATITUD

Agradece las cosas, aprecia lo que tienes, da las gracias.

CULTIVA EL OPTIMISMO Y LA ACTITUD POSITIVA

Cuando pensamos de manera positiva vemos el camino lleno de oportunidades para sentirnos mejor. El optimismo es una de las claves de la felicidad. La actitud positiva nos hace más felices a nosotros mismos pero también a quienes nos rodean.

EVITA PENSAR MÁS DE LO NECESARIO Y NO TE COMPARES

Cada uno posee unas habilidades y características que lo hacen diferente y único.

ACTOS DE BONDAD

Ayudando a otros nos sentimos felices y contribuimos a la felicidad de los demás. Robert Baden-Powell decía: "La manera de conseguir la felicidad es haciendo felices a los demás". Ya sabes, para ser feliz en la vida debes ser bondadoso.

CUIDA TUS RELACIONES SOCIALES

Empieza por la pareja y sigue por el resto de personas que te rodean. Las parejas que funcionan dedican más de 5 horas a la semana a hablar entre ellos y generan 5 emociones positivas por cada negativa: admiración, agradecimiento, afecto...

AFRONTA LOS PROBLEMAS

Aprenden a desarrollar estrategias para hacer frente a los problemas. No es más feliz quien no tiene problemas sino aquel que sí los tienes pero los afronta y aprende cómo enfrentarse a ellos en el futuro.

APRENDE A PERDONAR

Se olvidan del odio y el rencor porque estas emociones, en definitiva, perjudican a uno mismo.

INCREMENTA TUS EXPERIENCIAS ABSOLUTAS

Dedican esfuerzo y pasión a lo que hacen sin que nada los aleje de sus metas.

SE COMPROMETE CON SUS METAS

Eligen un objetivo y se dedican a él con pasión. R. S. Stevenson decía: "Un objetivo en la vida es el único tesoro que vale la pena encontrar"

TIENE VALORES

Buscan siempre el beneficio de todos, no son egoístas.

CUIDA SU CUERPO

El cuerpo hay que cuidarlo tanto por dentro como por fuera para conseguir la felicidad. Una alimentación equilibrada y practicar ejercicio físico son fundamentales.