"Una persona tóxica ve a los demás como instrumentos al servicio de sus intereses"
Cualquier rasgo o comportamiento de una persona que es perjudicial para sí mismo o para los demás es un tóxico. Debemos tener en cuenta que cada persona tiene unas circunstancias y un pasado que la hacen diferente de los demás y, como las personas no son simples, es difícil detectar cuáles son las personas tóxicas, aunque se han detectado patrones de comportamiento que se repiten con frecuencia y que nos permiten clasificarlas.
Algunos no se dan cuenta de la negatividad que causan, otros parecen estar orgullosos del caos que causan. La gente tóxica complica las cosas, crea conflictos y genera estrés.
CÓMO NOS AFECTAN LAS PERSONAS TÓXICAS
Las investigaciones demuestran que la exposición a estímulos que causan fuertes emociones negativas provocan que los sujetos tengan una respuesta masiva al estrés y éste es negativo para el cerebro. Solamente son necesarios unos días de exposición al estímulo estresante para que la eficacia de las neuronas del hipocampo se vea comprometida. Este área es responsable del razonamiento y la memoria. Unas semanas de exposición causan daño reversible a las células cerebrales, pero meses de estrés pueden destruirlas de forma permanente. Las personas tóxicas causan consecuencias negativas a largo plazo.
CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS TÓXICAS
- Son egocéntricas, hablan continuamente y en exceso de sí mismas. De esta forma alimentan su ego.
- Tienen una visión pesimista, ya que construyen su discurso a través de quejas y pesimismo.
- Ocupan el rol de víctimas, para ser el centro de atención constantemente o simplemente para no pasar desapercibidos.
- No tienen consciencia de sí mismas. Creen que el mundo está en su contra.
- Son envidiosas.
- Son infelices, ya que su modo de pensar les impide vivir en paz y armonía con quien les rodea.
- No se alegran de los logros ajenos.
TIPOS DE PERSONALIDADES TÓXICAS
- Envidioso. Tratará de buscar aliados que le garanticen poder envenenar a otros con sus palabras y sus malos pensamientos. No es feliz, ya que siempre desea lo que tienen los demás e intentará boicotearlo. Se detectan con facilidad, ya que se los ve venir. Es importante alejarse de ellos para que no nos puedan influir con sus pensamientos tóxicos. Si nos vemos afectados por su influencia, intentaremos ignorarlos. Si nos convertimos en posibles aliados no dejaremos que guíe nuestros pensamientos.
- Autoritario. Suele ser un jefe, alguien que nos tiene bajo su yugo. Son personas inseguras, por eso incitan miedo a sus subordinados para hacerles ver el control y poder que tienen. Llegan a humillar, amenazar y gozar imponiendo su voluntad. Juegan con la necesidad que tienen las personas por conservar su puesto de trabajo.
- Manipulador. Es difícil de detectar y puede pasar desapercibido durante mucho tiempo sin ser descubierto. Son amables y complacientes, con capacidad para empatizar cuando les viene bien. Hay que evitar ciertas cosas, como ser sincero, ya que dará la vuelta a lo que digas. Se sentirá atacado y logrará que te sientas culpable por tu sinceridad. Aún sabiendo que no tiene razón, acabarás controlando lo que dices para no sentirte mal después. Los manipuladores juegan sucio y suelen mentir. Tienen el don de contaminar el entorno y si ellos están tristes, el ambiente se volverá triste.
- Pesimista. Lo ven todo de forma negativa. Todo les afecta y se rinden con mucha facilidad. Esa negatividad en la que viven atrae más negatividad y esto se convierte en un círculo vicioso. Se muestran como víctimas indefensas y se quejan continuamente de su pasado, su presente y su probable futuro. Hay que alejarse de ellos, porque aunque les intentes hacer ver que no todo es tan malo como parece, te llevarán la contraria y lograrán alimentarse de tu positivismo para sentirse bien y, como consecuencia, tú no te sentirás tan bien. Se les denomina "vampiros emocionales".
- Sociopsicópata. Es una de las personalidades tóxicas más peligrosas. Son personas impulsivas que no establecen límites afectivos y no sienten remordimientos cuando hacen daño a los demás. Son ambiciosos y alcanzan sus objetivos sin que les importe a quien tengan que destruir por el camino. Son incapaces de decir "lo siento". Se presentan como personas encantadoras que te dirán todo lo que quieres oír. Suelen interesarse mucho por las personas que tienen enfrente, haciéndole muchas preguntas para obtener información, almacenarla y utilizarla luego en tu contra. Mentirá y engañará para lograr lo que quiere y fingirá sentimientos que no siente. Es todo lo contrario a una persona empática. Debemos ser muy observadores para detectarlos, ya no no sienten emociones, por lo que hay que observar su mirada y sus músculos faciales. Si fijan los ojos en ti y no mueven ni un solo músculo de la cara debes tener cuidado, porque probablemente te estén manipulando.
- Descalificador. Disfruta menospreciando, manipulando y desestabilizando emocionalmente a los demás. Esto provoca que los demás se muestren inseguros y dependan de sus opiniones. Se mostrará como un gran amigo, pero utilizará todo lo que le cuentes para poder descalificarte ante los demás en el momento adecuado.
- Neurótico. Suelen ser personas inseguras que intentarán conseguir buena posición social. Se impondrán objetivos que no podrán cumplir debido a que sus sentimientos de desvalorización lo bloquean. No soporta que nadie sepa más que él sobre algo y tratará de llamar la atención. Debido a las inseguridades que sufrió desde niño y no ha podido resolver, el neurótico desarrolla una conducta perfeccionista, conflictiva, egoísta e infantil que le lleva a controlar a los demás. Sus cambios de humor provocan que sea imposible convivir con ellos.
Cualquier personalidad tóxica, con sus energías negativas, contamina a los que tiene a su alrededor. Es importante para nuestra salud darnos cuenta de con quién nos relacionamos. Debemos tener claro con quién nos queremos relacionar y evitar las personalidades tóxicas que nos quieran perjudicar.
Y si es familia? Un hermano?
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