COMPETENCIAS PARA ACCEDER AL MERCADO LABORAL

"Encuentra un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida" -Confucio-

La sociedad de la información, con tecnologías que facilitan la creación, distribución y manipulación de la información, juegan un papel esencial hoy en día en la actividades sociales, culturales y económicas. Esto ha supuesto un cambio en las actividades productivas y de servicios y una mayor complejización.

Surge así una nueva forma de entender las formas de organización de funciones y tareas de los trabajadores dentro de las empresas. También las exigencias de acceso al mercado laboral han cambiado dentro de las empresas. Ya no es suficiente con la acumulación de títulos; los requisitos van más allá de la mera formación académica.

Los trabajadores han de ser competentes, entendida la competencia, según Agustín Ibarra, como la capacidad productiva de un individuo que se define y mide en términos de desempeño en un determinado contexto laboral, y no solamente en conocimientos, destrezas o habilidades en abstracto. La competencia es la integración entre el saber, el saber-hacer y el saber-ser.

Además de saber hacer cosas, han de estar motivados para aprender cosas nuevas y poseer los conocimientos mínimos necesarios para afrontar la tarea.

Hay tres tipos de competencias laborales:

1. Competencias básicas: son los requisitos mínimos que se exigen en la mayor parte de los empleos y hacen referencia a las habilidades y conocimientos necesarios. Este tipo de competencias son, entre otras, el dominio de otra lengua, conocimientos informáticos, contexto legal donde se desempeña el puesto de trabajo...
2. Competencias profesionales: conjunto de habilidades y conocimientos relacionados con el puesto de trabajo en concreto. Son, por lo tanto, diferentes para cada ocupación.
3. Competencias transversales: habilidades y conocimientos no relacionados específicamente con una actividad profesional. Tienen más que ver con la forma en que se realiza el trabajo. Las que tienen más impacto en el mundo laboral tienen que ver con la relación con otras personas: trabajo en equipo, resolución de conflictos, negociación...

Muchas de las dificultades que se presentan a la hora de mantener un empleo son explicadas por el déficit en estas competencias, que son básicamente competencias sociales. Por lo tanto, además de formación académica necesitamos poseer habilidades sociales que nos ayuden a saber responder en cada momento de la manera adecuada, a saber preguntar de forma correcta, a solucionar problemas... Hoy en día el mercado laboral es complejo y nos tenemos que adaptar a él desarrollando al máximo todas nuestras capacidades.