sábado, 21 de abril de 2018

PSICONUTRICIÓN


"Un buen equipo te puede llevar al éxito en tus objetivos nutricionales"


Como comentaba en el post anterior, "Vitaminas para el cerebro" (http://re-accionapsicologia.blogspot.com.es/2018/04/vitaminas-para-el-cerebro.html), el dietista-nutricionista es el encargado de valorar a la persona y elaborar su plan de nutrición. ADINMA, Asociación de dietistas-nutricionistas de Madrid lo define así:

 “Un dietista-nutricionista es un profesional de la salud, con titulación universitaria, reconocido como un experto en alimentación, nutrición y dietética, con capacidad para intervenir en la alimentación de una persona o grupo, desde los siguientes ámbitos de actuación: la nutrición en la salud y en la enfermedad, el consejo dietético, la investigación y la docencia, la salud pública desde los organismos gubernamentales, las empresas del sector de la alimentación, la restauración colectiva y social”.

Una vez aclarado esto, vamos a determinar cuál es el papel del Psicólogo en la nutrición. Se ha comprobado que lo que comemos afecta a lo que sentimos y a nuestra manera de comer. Vemos que aparece un componente emocional y surge así la llamada Psiconutrición, Psicología de la Nutrición o Psicología de la Alimentación.


QUÉ ES LA PSICONUTRICIÓN

La Psiconutrición es un trabajo en equipo entre dos profesionales: Psicólogo y Nutricionista. Este equipo interdisciplinar engloba a las dos disciplinas y consigue mejores resultados que trabajando por separado. Sirve para adentrarse en los aspectos más profundos de la alimentación y los hábitos alimentarios. Como Psicólogos, nos centramos en las emociones y en el autoconocimiento y ayudaremos a la persona a identificar, analizar y gestionar de manera adecuada todos los procesos psicológicos, emocionales y conductuales relacionados con la implementación o mantenimiento de unos hábitos de alimentación saludable. Es necesaria una comunicación constante y un trabajo en común entre Psicólogo y Nutricionista para detectar señales de alarma, realizar reuniones periódicas y profundizar en todo lo que rodea y afecta a la problemática de una persona.

La relación entre emociones y alimentación aparece en el momento de nacer y a lo largo de la vida se forma una relación entre ellas que puede llegar a estar mal establecida. En ocasiones, cuando sentimos una emoción negativa, intentamos ocultarla con una conducta gratificante que nos hace sentir bien, como es comer ciertos alimentos. Esto es perjudicial, ya que esta conducta repetida tenderá a perpetuarse. El ambiente que nos rodea, especialmente el cine y/o la publicidad, nos dicen que consumiendo ciertos productos se reducirán nuestras emociones negativas o que con ellos celebraremos el sentirnos bien.


LA ALIMENTACIÓN EMOCIONAL

En ocasiones, las personas conocen muy bien cuál es el plan nutricional adecuado, pero por distintos motivos no se adhieren a un plan dietético: falta de motivación, objetivos poco realistas, creencias de autoeficacia negativa (creen que no lo van a conseguir), exposición a estímulos que intefieren en este proceso (la publicidad, ver y tener la posibilidad de obtener ciertos productos...) y sobre todo un estado de ánimo bajo.

En momentos de intestabilidad emocional tendemos a consumir más alimentos grasos, lo cual aporta un exceso de grasa a nuestra dieta. A esto se le llama alimentación emocional.

La dieta no es un camino fácil para muchas personas debido a las variables psicológicas y emocionales y por este motivo es necesaria la ayuda extra del Psicólogo


FUNCIONES DEL PSICÓLOGO DENTRO DE LA PSICONUTRICIÓN

  • Enfatizar en qué consiste una vida saludable ayudando a combatir las ideas irracionales, mejorando vínculos...
  • Modificar la conducta a la hora de relacionarse con la comida, haciendo un análisis en profundidad la relación de la persona con los alimentos (pensamientos, emociones y conductas), ayudándole a detectar y gestionar problemas que le impiden tener una alimentación saludable.
  • Motivación para conseguir una buena adherencia hacia hábitos alimentarios correctos.
  • Tratamiento de patologías o trastornos de la conducta alimentaria, como pueden ser la anorexia, la bulimia, atracones por depresión o ansiedad...
Como habeis podido observar, el equipo interdisciplinar entre Psicólogo y Nutricionista es la mejor opción para muchas personas que quieren mejorar sus hábitos alimentarios.









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